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¿Qué fibras necesitas para eliminar toxinas?

Diferentes fibras tienen funciones específicas en tu cuerpo, especialmente cuando se trata de eliminar toxinas.
Cuando pensamos en fibra, a menudo solo consideramos "cuánta" debemos consumir.

En el mundo actual, estamos expuestos a numerosas toxinas ambientales: metales pesados (cadmio, plomo, mercurio), pesticidas, plásticos (BPA, ftalatos), contaminantes del aire, dioxinas, formaldehído y más. Estas toxinas pueden causar estrés oxidativo y enfermedades crónicas.

La fibra es mucho más que un remedio para el estreñimiento. Es una herramienta poderosa de desintoxicación que protege tu cuerpo de los contaminantes ambientales diarios. Al consumir una variedad de fibras de alimentos vegetales enteros, no solo obtienes fibra suficiente, sino también los nutrientes y fitoquímicos beneficiosos que acompañan a estos alimentos.

Recuerda: la desintoxicación no requiere dietas extremas o productos caros. Tu cuerpo tiene sistemas naturales de eliminación, y la fibra es uno de los pilares fundamentales para mantener esos sistemas funcionando óptimamente.

No todas las fibras son iguales

Cuando pensamos en fibra, a menudo solo consideramos «cuánta» debemos consumir. Sin embargo, investigaciones recientes revelan que el tipo de fibra que comes es tan importante como la cantidad. Diferentes fibras tienen funciones específicas en tu cuerpo, especialmente cuando se trata de eliminar toxinas.

¿Qué es la fibra?

La fibra es un carbohidrato que nuestro cuerpo no puede digerir. Aunque no se absorbe como nutriente, juega roles críticos en nuestra salud. Se encuentra en alimentos vegetales como frutas, verduras, frijoles, legumbres, granos integrales, semillas y nueces.

Existen dos categorías principales:

Fibra soluble – Se mezcla con agua creando una sustancia gelatinosa en tus intestinos. Te mantiene satisfecho por más tiempo y ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre.

Fibra insoluble – Pasa a través del sistema digestivo prácticamente intacta, añadiendo volumen a las heces y facilitando su eliminación.

Adicionalmente, las fibras pueden clasificarse como fermentables (las bacterias intestinales las usan como combustible) o no fermentables, y viscosas o no viscosas. La viscosidad habla de qué tan “espesa” se vuelve la mezcla cuando la fibra soluble se junta con agua. Cuando esa mezcla es más espesa, se queda más tiempo en el intestino y, como la digestión va más lenta, te sientes lleno por más rato.

Beneficios clave de la fibra

La fibra no solo ayuda con la regularidad intestinal. Sus funciones incluyen:

    • Eliminar desechos y algunas toxinas del cuerpo, incluyendo bilis
    • Alimentar las bacterias beneficiosas que producen ácidos grasos de cadena corta (como butirato); es decir, actúa como prebiótico para la microbiota intestinal.
    • Reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares al bajar la presión arterial, mejorar el metabolismo de lípidos y reducir el colesterol
    • Mantener evacuaciones regulares
  • Controlar los niveles de azúcar en sangre
    • Proteger la salud intestinal y reducir el riesgo de cáncer colorrectal y enfermedades intestinales inflamatorias (como colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn)
  • Reducir el riesgo de obesidad, hipertensión, diabetes y síndrome metabólico
  • Sensación de saciedad

¿Importa el tipo de fibra? La evidencia dice que sí

Un estudio analizó cómo diferentes fuentes de fibra afectan el riesgo cardiovascular. Los resultados fueron reveladores:

Vegetales: Los mayores beneficios – reducción significativa en triglicéridos, mejor proporción de colesterol bueno/malo (TG/HDL-C), y menor riesgo cardiovascular general.

Frutas: Menor aumento de insulina, presión arterial diastólica más baja, niveles más altos de colesterol HDL («bueno»), y menor riesgo cardiovascular.

Legumbres: Menor riesgo cardiovascular.

Frutos secos: Ayudó a prevenir aumento de peso, pero NO mostró reducción en riesgo cardiovascular.

Granos: No mostró reducción en riesgo cardiovascular (aunque este estudio incluyó granos procesados, no solo integrales).

¿Cómo ayuda la fibra en la desintoxicación?

  • Se une a la bilis que contiene toxinas liposolubles para eliminarlas del cuerpo
  • Pueden adherirse directamente a metales pesados y los escoltan fuera del sistema
  • Protege el microbioma intestinal del daño causado por toxinas
  • Elimina endotoxinas (subproductos tóxicos de bacterias patógenas)

Fibras específicas para toxinas específicas

Aunque la investigación aún está en desarrollo, estudios preliminares muestran capacidades únicas de diferentes fibras:

  1. Fibras solubles y viscosas (las que hacen gel)

Ejemplos: acacia, avena, cebada, psyllium, chía, konjac.

  • Se mezclan con el agua y forman un gel espeso en el intestino.
  • Ese gel se une a la bilis → y con la bilis se van colesterol y toxinas liposolubles.
  • Al pasar más lento por el intestino, bajan los picos de glucosa y dan más saciedad.
  • En estudios se ha visto que estas fibras pueden bajar colesterol LDL y un poquito la presión arterial.
  • El psyllium, en especial, ayuda en estreñimiento y en colon irritable.

👉 Úsalas cuando: hay colesterol alto, problemas de saciedad o quieres arrastrar toxinas que viajan en la bilis.

  1. Fibras solubles fermentables / prebióticas

Ejemplos: inulina (achicoria), FOS (yacón), GOS (leche materna), algunas gomas (acacia).

  • Son las que comen tus bacterias buenas.
  • Al fermentarlas, producen ácidos grasos de cadena corta (como el butirato) que protegen la mucosa intestinal y bajan inflamación.
  • En estudios con animales se vio que la inulina, sobre todo combinada con probióticos, disminuye la acumulación de cadmio en el hígado y mejora marcadores del hígado y el riñón.
  • También ayuda a reparar el microbioma cuando hubo exposición a contaminantes (como los PCB que son compuestos químicos industriales).

👉 Úsalas cuando: quieres cuidar microbiota, mejorar barrera intestinal o hay exposición baja pero continua a toxinas/metales.

  1. Pectinas y pectina cítrica modificada (MCP)

Ejemplos: pectina de manzana y cítricos; MCP en suplemento.

  • Las pectinas normales bajan colesterol y mejoran el tránsito.
  • La MCP es especial porque se puede unir a la galectina-3, una proteína asociada a inflamación, fibrosis y progresión del cáncer. Por eso se usa mucho en protocolos de detox más dirigidos o de apoyo en fibrosis/cáncer.

👉 Úsala cuando: quieres una fibra más “terapéutica” o dirigida.

  1. Fibras insolubles (las que dan volumen)

Ejemplos: salvado de trigo, partes fibrosas de las verduras, celulosa.

  • Son las que aumentan el volumen de las heces y aceleran el tránsito.
  • Solo con hacer que todo salga más rápido, ya baja el tiempo de contacto con toxinas.
  • En modelos animales, el salvado de trigo se unió al cadmio e impidió que este llegara a órganos.
  • Pero ojo: con linaza se vio lo contrario (más cadmio retenido). O sea: no toda fibra insoluble sirve igual para metales.

👉 Úsalas cuando: hay estreñimiento, tránsito lento o sospecha de exposición a cadmio (en ese caso mejor salvado de trigo que linaza).

  1. Fibra de alimentos completos (la mejor mezcla natural)

Ejemplos: verduras, frutas, legumbres. La fibra que viene en los alimentos reales enteros viene mezclada (un poco soluble, un poco insoluble, más fitoquímicos).

👉 Úsalas cuando: quieras una forma simple de incluir fibra en tu dieta diaria.

Recomendaciones prácticas

Recuerda siempre que la clave está en la variedad. Y recuerda la premisa: ¿qué tan directo de la naturaleza viene este alimento?

No aumentes la fibra de golpe. Si pasas de 0 a 100, te va a dar gases, distensión y te vas a asustar. Súbela despacio.

Siempre con agua suficiente. La fibra es como una esponja: si no le das agua, se seca dentro y te estriñe.

Elige la fibra según tu objetivo

  1. Colesterol / toxinas que salen por la bilis

Psyllium (cáscara de psyllium) 

Chía hidratada (semillas remojadas hasta que hagan gel).

Goma de acacia (goma arábiga) en polvo.

Konjac / glucomanano (la fibra del konjac también es súper viscosa).

👉 Todas hacen más o menos lo mismo: forman un gel en el intestino y ese gel agarra bilis y con la bilis se llevan colesterol y toxinas liposolubles.

  1. Microbiota / intestino permeable / toxinas ambientales bajas

Aquí queremos fibras (prebióticas) que alimentan a las bacterias buenas, como:

  • Inulina (de achicoria).
  • FOS (de yacón, achicoria, alcachofa de Jerusalén).
  • Verduras prebióticas: ajo, cebolla, puerro, espárragos, alcachofa.
  • Goma de acacia (otra vez, porque también es prebiótica).
  • Plátano verde (harina de plátano verde) si lo usas.

👉 Estas ayudan a producir AGCC (butirato) que sellan el intestino y bajan la inflamaciónn.

  1. Estreñimiento/tránsito lento

Fibras que dan volumen:

  • Psyllium + agua 
  • Chía remojada + agua.
  • Fibra de coco (harina de coco fina)
  • Muchas verduras fibrosas: repollo, zanahoria, brócoli, calabazas, hojas verdes.
  • Nopal u okra: tienen mucílagos que ayudan al tránsito.

Nota: Si planeas aumentar significativamente tu consumo de fibra, ya sea a través de alimentos o suplementos, consulta con tu médico o nutricionista para asegurarte de hacerlo de manera apropiada para tu situación individual.

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