Crisis crece en el Caribe y el Pacífico: EE.UU. atacó cuatro embarcaciones y dejó 14 muertos.
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El océano Pacífico se tiñó de rojo. Tres ataques relámpago hundieron cuatro embarcaciones en aguas internacionales del este del océano. Catorce tripulantes murieron en el acto. Solo uno sobrevive, perdido entre olas, mientras México toma las riendas del rescate.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, no dudó al anunciar en X: “Las cuatro embarcaciones eran conocidas por nuestro aparato de inteligencia, transitaban por rutas conocidas del narcotráfico y transportaban narcóticos”. Según él, las naves eran operadas por organizaciones terroristas designadas. Es el primer ataque múltiple en una campaña que ya acumula 11 operaciones letales desde septiembre. El saldo total de 57 muertos en el Caribe y el Pacífico.
Washington no ha mostrado pruebas públicas que respalden las acusaciones. La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que su gobierno fue informado esta mañana y que los hechos ocurrieron lejos de costas mexicanas. Pero la tensión crece. Trump revela que Maduro “ofreció todo” por la paz: petróleo, gas, oro. ¿Es esto solo guerra contra la droga, o una jugada por las riquezas venezolanas? El hemisferio contiene el aliento mientras el fuego salta de mar en mar.
Detalles del ataque múltiple: 14 cuerpos y un náufrago
Hegseth detalló la operación con frialdad. Tres naves llevaban cuatro personas cada una; la cuarta, tres tripulantes. En minutos, todo terminó. “Iniciamos el protocolo de búsqueda y rescate para dar con el sobreviviente. Las autoridades mexicanas aceptaron el caso y asumieron la responsabilidad de coordinar el rescate”, escribió el funcionario.
Sheinbaum, en su conferencia diaria, fue clara: “Di la instrucción de que se le pidiera al canciller Juan Ramón de la Fuente, junto con Marina, que tuvieran una reunión con el embajador Ron Johnson, y les daremos la información con Secretaría de Marina de este sobreviviente, si es el caso que en efecto hubo un sobreviviente”.
La Secretaría de Marina mexicana respondió a CNN: las operaciones estadounidenses “se llevaron a cabo en aguas internacionales y no estaban cerca de las costas mexicanas”. Sin embargo, no comentaron nada sobre el rescate. El Comando Sur de EE.UU. lidera la búsqueda, pero el silencio alimenta dudas. ¿Quién es el sobreviviente? ¿Pescador inocente o miembro de un cartel? En un océano sin fronteras claras, la verdad se hunde rápido.
Cronología completa: 11 ataques y cero juicios
La ofensiva empezó el 2 de septiembre en el Caribe. Trump anunció en Truth Social: “Bajo mis órdenes, las Fuerzas Armadas realizaron un ataque militar contra narcoterroristas del Tren de Aragua”. Once personas murieron. Sin pruebas concluyentes, según CNN. El 15 de septiembre, tres más en aguas internacionales. Trump: “Transportaban narcóticos ilegales desde Venezuela. Representan una amenaza para la seguridad nacional”. El 19, otro ataque letal: tres muertos en una embarcación afiliada a una organización terrorista designada. Hegseth y Marco Rubio anticiparon más acciones para “combatir a los cárteles que inundan las calles estadounidenses”.
El 3 de octubre, cuatro muertos frente a la costa de Venezuela. Hegseth: “Nuestra inteligencia confirmó sin dudas que traficaban narcóticos y eran narcoterroristas”. El 14 de octubre, seis más: ya sumaban 27 fallecidos. El Pentágono informó al Congreso que Trump determinó un “conflicto armado” con los cárteles, designados como terroristas. Pero al menos una embarcación dio la vuelta antes del impacto, sin representar amenaza inminente.
De 1 a 57 muertes en dos meses
El 16, el primer caso con sobrevivientes: dos hombres, de Ecuador y Colombia, repatriados. Trump: “Al menos 25.000 estadounidenses morirían si permitiera que este submarino llegara a tierra”. Jeison Obando Pérez llegó a Colombia con trauma cerebral, sedado y en ventilador. Andrés Tufiño Chila, de Ecuador, no enfrenta cargos locales, aunque fue deportado de México en el año 2020 por contrabando. Su hermana: “No es un criminal”.
El 17 de octubre, tres muertos en un barco afiliado a terroristas colombianos. Hegseth: “Son el Al Qaeda del Hemisferio Occidental. Los perseguiremos y mataremos como a ellos”. Los días 21 y 22, dos ataques en el Pacífico: dos y tres muertos. La campaña se expandió al oeste. El 24, un ataque nocturno en el Caribe contra el Tren de Aragua. Y ahora, el 27, el múltiple: 14 en el Pacífico. Total: 57 muertos, 14 barcos hundidos, sin procedimientos judiciales ni declaración de guerra del Congreso.
México en el centro: coordinación sin detalles
Sheinbaum mantiene la calma. Su gobierno fue notificado esta mañana, y actuó rápido. “Los hechos ocurrieron en aguas internacionales”, repitió. La Marina mexicana coordina con el Comando Sur, pero no suelta prenda sobre el sobreviviente. El embajador Ron Johnson ya se reunió con el canciller De la Fuente. La operación de rescate sigue en curso, pero sin actualizaciones. México evita involucrarse más allá de lo necesario. No quiere ser visto como aliado en una guerra que no declaró. El Pacífico, por ahora, es el límite.
La oferta de Maduro: petróleo, gas y oro en la mesa
Trump lo soltó sin filtros el 17 de octubre, en una reunión con Volodímir Zelenski: “Ha ofrecido todo, él ofreció todo”. Se refería a Nicolás Maduro y los recursos naturales de Venezuela. CNN consultó al gobierno venezolano: silencio. Delcy Rodríguez negó en Telegram cualquier oferta para un gobierno de transición sin Maduro. “Nada nos apartará del camino en la defensa irrenunciable de los derechos de Venezuela”, mencionó. Pero la presión es brutal. Casi 30 muertos en lanchas que parecen venezolanas. Un bloqueo naval informal restringe todo. Maduro insiste: “Vienen por las riquezas, no por la droga”.
Venezuela es un tesoro enterrado. Tiene la mayor reserva de crudo extrapesado del mundo: 17% del total global, según la EIA. La Faja del Orinoco guarda la mayoría. En septiembre, PDVSA superó el millón de barriles diarios, el nivel más alto en más de cinco años, dice Reuters. Pero está lejos de los 2,5 millones de hace una década. China compró el 84%, EE.UU. el 10% vía Chevron, Cuba el 5%. “Las refinerías de Estados Unidos se hicieron para este crudo pesado, parecido al mexicano”, explica Manuel Sutherland, economista de la UCV.
Maduro bajo presión: «Vienen por el oro negro»
Francisco Rodríguez, del CEPR, lo ve fácil: “Venezuela puede ofrecer lo que vende a China. Sale más barato dárselo a EE.UU.”. Legalmente, el petróleo es del Estado. No se privatiza. Pero el chavismo controla la Asamblea y Justicia. “Se hace lo que Maduro quiera”, dice Rodríguez.
El gas suma 5,5 billones de metros cúbicos: 73% de Sudamérica. Hay potencial en la plataforma Deltana, pero poca infraestructura. EE.UU. dio licencia este mes a Trinidad y Shell para un campo con PDVSA, obligando a incluir empresas yanquis hasta abril. No es prioridad, pero diversifica fuentes. Carbón y tierras raras quedan atrás: EE.UU. importa de Colombia y Canadá. El coltán necesita años de estudio.
El oro es el gran desafío. El Arco Minero del Orinoco, creado en 2016, promete reservas gigantes de oro, coltán, hierro y bauxita. Pero no hay estimaciones precisas. “La explotación es artesanal, peligrosa, ilegal”, dice Sutherland. CNN visitó en 2019: mineros bajo violencia criminal, con policía y militares cómplices. “Hay grupos criminales coordinados con el Ejército”, añade Rodríguez. Controlarlo implica quitar ingresos a la Fuerza Armada, pilar de Maduro. Un acuerdo con Washington podría tensionar esa alianza.
¿Es viable un pacto con Caracas?
Un trato aliviaría sanciones de 2017 y 2019, que hundieron la inversión privada tras nacionalizaciones de Chávez. Pero el clima de negocios asusta. “Hacer tratos con este gobierno es complicado. Chinos e iraníes fallaron pese a su experiencia en África”, dice Sutherland. “No hay seguridad jurídica, temor a expropiación. Ni los nacionales invierten”. Rodríguez nota el cambio: “Ya no son tan hostiles con empresas post-sanciones. Las necesitan”.
Aún así, la economía está en ruinas. Trump dijo en enero que “no necesita” el petróleo venezolano. Pero su estilo es transaccional. Como con Ucrania: apoyo por minerales. Un pacto sacaría a China, Rusia e Irán del juego. “Reduciría su influencia de golpe”, dice Sutherland. Rodríguez: “Las sanciones abrieron la puerta a Pekín y Moscú”.
De la ONU al portaaviones nuclear
Maduro pidió a la ONU investigar “ejecuciones seriales”. Vladimir Padrino: “Guerra no declarada”. La Cancillería venezolana denuncia una “amenaza militar”. Gustavo Petro: “Siempre estaré en contra de genocidios y asesinatos del poder en el Caribe”. Trump respondió cortando subsidios a Colombia.
El USS Gerald Ford, portaaviones nuclear, navega al Caribe. Es poder puro. Trinidad aplaude; expertos en derecho internacional cuestionan: sin Congreso, sin guerra declarada, ¿es legal? Encuestas en EE.UU. muestran un apoyo del 71%. En Latinoamérica, furia. El Pacífico y el Caribe arden. ¿Paz por recursos, o más balas?

