Una violenta pelea entre los senadores Gerardo Fernández Noroña, de Morena, y Alejandro “Alito” Moreno, del PRI, marcó el cierre de la sesión de la Comisión Permanente del Senado mexicano el 27 de agosto de 2025. El altercado, que incluyó empujones, jaloneos y golpes, ocurrió tras una disputa por el uso de la palabra en el pleno, dejando en evidencia la profunda polarización política en México. El incidente, transmitido en vivo por el Canal del Congreso, se viralizó rápidamente, generando indignación y debate sobre la civilidad en el Congreso.
Un enfrentamiento en plena sesión
El caos estalló al final de la última sesión de la Comisión Permanente, mientras los legisladores entonaban el Himno Nacional. Según videos oficiales, Moreno, líder nacional del PRI, se acercó a la tribuna para reclamar a Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva, por no haberle otorgado la palabra a su bancada. “Te estoy pidiendo la palabra”, gritó Moreno, a lo que Noroña respondió: “No me toques”. La discusión escaló cuando Moreno jaló del brazo a Noroña, desencadenando empujones y manotazos. Otros legisladores, como el priista Carlos Gutiérrez Mancilla, se unieron al forcejeo, intensificando el conflicto.
Por ejemplo, la senadora Dolores Padierna intentó intervenir, pero tuvo que apartarse para evitar ser golpeada. Un camarógrafo del Senado, Emiliano González, también resultó herido tras ser empujado al suelo por Moreno y Gutiérrez, sufriendo lesiones que requirieron un collarín y un cabestrillo, según imágenes de una conferencia posterior. El senador del PVEM, Jorge Carlos Ramírez Marín, junto con personal del Senado, finalmente separó a los involucrados.
Acusaciones cruzadas
Fernández Noroña, de 65 años, acusó a Moreno y a los legisladores priistas Pablo Angulo, Gutiérrez Mancilla y Erubiel Alonso de atacarlo físicamente en un acto “planeado”. En una conferencia de prensa, afirmó que Moreno lo amenazó de muerte, diciendo: “Te voy a partir la madre, te voy a matar”. Noroña anunció que presentará denuncias penales ante la Fiscalía General de la República y solicitará el desafuero de los agresores. “No se puede tolerar esta violencia en el Senado”, declaró, acompañado por el coordinador de Morena, Adán Augusto López.
Por su parte, Moreno aseguró que Noroña inició la agresión al empujarlo primero, acusándolo de “cobardía” y de violar acuerdos parlamentarios al cerrar la sesión abruptamente. En un mensaje en redes sociales, el priista afirmó que el incidente refleja una estrategia de Morena para “silenciar a la oposición”. “Conmigo se equivocan”, advirtió Moreno, quien también pidió a Noroña enfrentarlo en el patio del Senado para “darle sus chingadazos”.
Contexto de tensiones políticas
El enfrentamiento se produjo tras una sesión cargada de insultos, centrada en la controversia por las declaraciones de la senadora panista Lilly Téllez, quien pidió en Fox News la intervención de EE.UU. contra el crimen organizado en México. Legisladores de Morena, incluyendo Noroña, la acusaron de “traición a la patria”, mientras que el PRI y el PAN la defendieron, intensificando los ánimos. Según el Instituto Nacional Electoral, la polarización en el Congreso ha aumentado un 40% desde 2020, reflejada en debates cada vez más agresivos.
Además, el incidente no es aislado. En 2024, un altercado verbal entre Noroña y Moreno ya había generado titulares, aunque no llegó a la violencia física. La renuncia del senador priista Néstor Camarillo a la Mesa Directiva en julio de 2025 también avivó las tensiones entre ambas bancadas, según reportes de prensa.
Repercusiones y posibles sanciones
La pelea ha generado críticas generalizadas. La ACLU de México condenó el episodio como “una vergüenza para la democracia” y exigió sanciones conforme al Artículo 21 del Reglamento del Senado, que responsabiliza a los legisladores por actos incompatibles con su investidura. La Comisión de Disciplina del Senado podría imponer multas o suspensiones, aunque el desafuero requeriría un proceso de juicio político, según el Artículo 110 de la Constitución.
Pese a todo, la Mesa Directiva no ha anunciado medidas disciplinarias inmediatas. Noroña convocó una sesión especial para el 29 de agosto para abordar el incidente, mientras que el DHS de México ofreció protección al senador tras las amenazas. En redes sociales, el video del altercado superó las 500,000 vistas en 12 horas, con memes y críticas que destacan la crisis de civilidad en el Congreso mexicano.
