El Cártel de Sinaloa continúa siendo una de las principales organizaciones criminales de México, a pesar de la captura de algunos de sus líderes históricos. El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, afirmó que, aunque ciertas facciones están debilitadas, el grupo aún no está terminado y mantiene células operativas que representan un reto para las autoridades mexicanas y estadounidenses.
El Cártel de Sinaloa sigue activo, según Harfuch
Durante una conferencia en el Palacio Nacional, García Harfuch dijo que no se puede hablar del fin del Cártel de Sinaloa. Esto es porque hay muchas estructuras y líderes que siguen libres. El funcionario reconoció que los golpes recientes han mermado al grupo, pero advirtió que todavía quedan células con capacidad de operar y generar violencia.
Estas declaraciones vienen después de la detención de Ismael “El Mayo” Zambada. Esto ocurrió en julio del año pasado en Nuevo México, Estados Unidos. También fue detenido Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. El Mayo está en un juicio en Nueva York. Se declaró culpable de narcotráfico. También reconoció que fue el líder del cártel por más de treinta años.

Imagen de archivo de un detalle de la dición de la revista mexicana Proceso en un puesto de periódicos y revistas de Ciudad de México en la que aparece Ismael Zambada, uno de los líderes del cartel de Sinaloa. EFE/Mario Guzmán
Las acusaciones contra El Mayo Zambada
Zambada sorprendió al tribunal al aceptar que, durante más de cincuenta años, pagó sobornos a políticos, policías y militares en México. Hizo esto para asegurar la protección de las operaciones del Cártel de Sinaloa. Estas revelaciones reavivaron el debate sobre la corrupción y la penetración del narcotráfico en las estructuras estatales mexicanas.
El capo, acusado de 17 cargos, admitió que dirigió la organización desde 1989 hasta 2024. Participó en asesinatos, secuestros, lavado de dinero y tráfico de drogas. Además, implicó a Joaquín Guzmán López en su arresto, asegurando que fue traicionado y entregado a las autoridades estadounidenses.
Sobornos y corrupción bajo la lupa
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció sobre las confesiones de Zambada. Señaló que cualquier declaración hecha por un narcotraficante debe ser investigada y verificada, pero enfatizó que no teme a lo revelado en la corte. Subrayó que es importante aclarar las denuncias sobre sobornos a funcionarios. Estos actos dañan la credibilidad de las instituciones. También complican la lucha contra el crimen organizado.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, durante una rueda de prensa este miércoles, en el Palacio Nacional de la Ciudad de México. EFE/ Isaac Esquivel
Sheinbaum también reiteró su compromiso de mantener la cooperación con Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, pero advirtió que las acusaciones de Zambada deben ser contrastadas con pruebas contundentes antes de derivar en acciones legales contra políticos señalados.
El futuro del Cártel de Sinaloa
Pese a la detención de líderes históricos como “El Chapo” y “El Mayo”, el Cártel de Sinaloa continúa fragmentado en varias células, algunas encabezadas por los hijos de Guzmán, conocidos como “Los Chapitos”. Analistas de seguridad advierten que esta fragmentación podría generar más violencia en ciertas regiones de México, ya que las facciones compiten por rutas y territorios estratégicos para el tráfico de drogas.
En Estados Unidos, las autoridades esperan que la cooperación de Zambada aporte información clave sobre la red financiera y logística del cártel, lo que podría debilitar aún más su estructura. Sin embargo, expertos sostienen que, mientras exista una fuerte demanda de drogas y altos niveles de corrupción en ambos países, el Cártel de Sinaloa seguirá siendo una amenaza transnacional.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, durante una rueda de prensa este miércoles, en el Palacio Nacional de la Ciudad de México. EFE/ Isaac Esquivel