“El Mayo” Zambada está en el centro de una jugada legal que compromete su legado criminal. El emblemático narcotraficante mexicano, líder del Cártel de Sinaloa, planea cambiar su declaración ante la Justicia estadounidense por una admisión de culpabilidad, con una audiencia fijada para el 25 de agosto ante el juez Brian M. Cogan, en Brooklyn. Con ello renuncia al derecho de enfrentar un juicio público, abriendo una nueva fase en el combate contra uno de los capos más buscados de su generación.
El Mayo Zambada: de “no culpable” a un posible acuerdo
Ismael Mario Zambada García, nacido en 1948, ha sido una figura histórica en el narcotráfico. Junto con Joaquín “El Chapo” Guzmán, construyó el imperio criminal más influyente en México. Decenas de años de huida terminaron en julio de 2024, cuando fue arrestado en El Paso, Texas; todo ocurrió en circunstancias confusas, vinculadas a un vuelo privado junto al hijo del Chapo, Joaquín Guzmán López.
En el tribunal federal de Brooklyn, Zambada se había declarado no culpable en septiembre de 2024 frente a cargos que incluían narcotráfico, lavado de dinero y posesión ilegal de armas. Pero ahora, a sus 77 años, ha decidido optar por declararse culpable, presuntamente a cambio de que la Fiscalía renuncie a buscar la pena de muerte.
La noticia, confirmada por su abogado, revela que busca un acuerdo con EUA para evitar la pena de muerte. Foto: X/@bibianabelsasso
La audiencia del 25 de agosto marcaría su “cambio de declaración” formal, evitando así un juicio con cobertura mediática y revelaciones que podrían comprometer redes criminales o contactos poderosos en México.
El Mayo Zambada: su papel en el Cártel de Sinaloa y el legado legal
Bajo su mando, y respaldado por el “Chapo”, el Cártel de Sinaloa pasó de ser una banda regional a la organización criminal más grande del mundo. Los cargos federales lo acusan de haber liderado operaciones de tráfico masivo de cocaína, heroína y otros fármacos, además de ordenar torturas, asesinatos selectivos y hasta el asesinato de su propio sobrino.
El juez Brian M. Cogan, quien ya condenó al “Chapo” a cadena perpetua en 2019, presidirá esta próxima audiencia. En días recientes, los fiscales confirmaron que no buscarán la pena capital en este caso, una condición clave, según diversos medios.
En paralelo, las confesiones de otros miembros del cártel, como Ovidio Guzmán López y Vicentillo Zambada Niebla (hijo de El Mayo), ya han sido parte de acuerdos con autoridades estadounidenses, generando cambios sustanciales en la dinámica criminal.
Documento que muestra la firma de Ismael “El Mayo” Zambada, aceptando el acuerdo con EEUU, en el que se prevé, se declare culpable el próximo 25 de agosto. Foto: X/@azucenau
El Mayo Zambada: qué está en juego y qué podría ocurrir
La declaración de culpabilidad de “El Mayo” Zambada supondría muchas implicaciones. En primer lugar, cerraría la posibilidad de un juicio público extensivo que probara con detalle su vínculo con redes delictivas dentro y fuera de México. Segundo, permitiría a la Fiscalía evitar la carga probatoria de un proceso largo; y por último, abre la puerta a que Zambada coopere con la justicia estadounidense, brindando información valiosa sobre su propio cártel o sobre sus alianzas.
Este movimiento seguiría el ejemplo legal elegido por Ovidio Guzmán, quien firme en su acuerdo de culpabilidad incluyó cooperación con investigadores a cambio de mayor certeza en su sentencia. El mismo camino es el que Vicentillo y otros exaliados del cartel han recorrido, testificando contra antiguos cómplices y reduciendo sus penas.
Paralelamente, medios de investigación atribuyen el arresto de Zambada a un engaño orquestado por parte del propio Guzmán López, aunque nunca se han aclarado del todo los detalles de ese operativo.
El Mayo Zambada: un legado criminal a punto de cambiar historia
El juicio y posible acuerdo de Zambada podrían alterar aspectos clave de la estrategia de lucha contra el narcotráfico. Con ambos hijos del Chapo ya declarados culpables (Ovidio lo hizo en Chicago y Joaquín López aún no, pero se espera que lo haga), el caso de Zambada viene a cerrar una era en la que los máximos líderes del cartel de Sinaloa enfrentan justicia de forma simultánea.
La posibilidad de que Zambada se convierta en testigo ayuda a sentar un precedente: la justicia estadounidense busca desmantelar cadenas criminales desde su núcleo más alto, pero lo hace sin exponer públicamente a sus fuentes, tal como ocurrió en el histórico juicio del Chapo. Esto plantea un nuevo equilibrio entre eficacia policial y uso político de la ley.
