El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, rechazó este martes la posibilidad de lograr un acuerdo parcial de alto el fuego y liberación de rehenes con Hamás en Gaza, en una entrevista con el canal israelí i24. «Creo que lo hemos dejado atrás», respondió al ser cuestionado sobre una tregua parcial. «Lo intentamos, hicimos todo tipo de intentos (…), pero resultó que solo nos estaban engañando», agregó.
Netanyahu aseguró que su Gobierno quiere a «todos» los rehenes israelíes en manos de Hamás, vivos o muertos, y que esas son las condiciones innegociables para cualquier arreglo.
Sus declaraciones se producen luego de que el ministro de Exteriores de Egipto, Badr Abdelaty, informara desde El Cairo que su país mantiene conversaciones con Hamás e Israel para revivir la propuesta del enviado estadounidense Steve Witkoff, que contempla una tregua de 60 días durante los cuales buscarían liberar diez rehenes vivos y 18 fallecidos, seguida de negociaciones para terminar la guerra. Israel descartó aceptar un acuerdo parcial.

Una mujer pasa junto a un despliegue de carteles que piden la liberación de los rehenes israelíes, secuestrados por militantes durante los ataques de Hamás del 07 de octubre de 2023. EFE/EPA/Abir Sultan
Netanyahu mantiene firmeza y niega cualquier tregua parcial
El rechazo de Netanyahu se basa en que cualquier acuerdo incompleto, es decir, que no libere a todos los rehenes o que no garantice el fin total del conflict, no cumple con las condiciones de su Gobierno. Su posición coincide con la de su ministro Ron Dermer, quien ha señalado que solo un pacto que incluya la liberación completa de todos los rehenes es viable. El primer ministro declaró: «No voy a volver a aceptar acuerdos parciales», acusando a Hamás de haber engañado a Israel.
Mientras tanto, las fuerzas de seguridad han avanzado con un plan para ocupar la ciudad de Gaza, aprobado por el gabinete de seguridad israelí como parte de su estrategia para derrotar a Hamás. El propio Netanyahu sostuvo que Israel “no busca ocupar Gaza, sino liberarla de Hamás”, y rechazó que la Autoridad Palestina asuma control tras el conflicto.
Presiones internas y diplomáticas vs. objetivos estratégicos de guerra
Netanyahu enfrenta presiones contrapuestas: por un lado, familias de rehenes que demandan un acuerdo inmediato; por otro, su base política de derecha, que exige la eliminación total de Hamás. A nivel internacional, mediadores como Egipto, Qatar y Estados Unidos han propuesto treguas parciales con liberaciones escalonadas, pero Israel las ha rechazado firmemente.
El portavoz de Witkoff confirmó que la propuesta estadounidense sigue sobre la mesa, pero no ha sido aceptada por Hamás ni respaldada por Israel. Además, Netanyahu insiste en que la conversación solo puede avanzar si Hamás acepta de manera íntegra sus condiciones.

Palestinos con combatientes de Izz ad-Din al-Qassam, en una imagen de archivo. EFE/HAITHAM IMAD
La ofensiva militar: prioridad sobre gestos parciales
Con una estrategia clara, Netanyahu ha impulsado una ofensiva militar más amplia en Gaza. El plan contempla la ocupación de Gaza City y la expansión de operaciones en toda la franja, mientras mantiene restricciones humanitarias en ciertos puntos. La demora en la ofensiva ofrece una ventana para negociaciones, pero la postura oficial sigue siendo que solo un alto el fuego completo con liberación total de rehenes marcaría el inicio de cualquier diálogo.
El premier también ha solicitado en reiteradas ocasiones que su gabinete no vote sobre ningún acuerdo que no contemple todos los elementos exigidos, advirtiendo que no lo aprobaría.
Estrategia de guerra y objetivos políticos detrás del rechazo
La línea de Netanyahu no es una decisión improvisada. El lema oficial del Gobierno israelí resume su enfoque: “Eliminar a Hamás y traer a los rehenes a casa”, lo que recalca la fusión entre objetivos militares y políticos. Un acuerdo parcial, que deje a Hamás en control o retenga rehenes, comprometería su credibilidad ante su coalición y su electorado.
El equilibrio entre presión internacional, movilización interna y resiliencia política define su rechazo: acepta solo un escenario de victoria total y retorno absoluto de rehenes antes de considerar términos de paz duraderos.
