La colaboración entre Estados Unidos y México ha dado un golpe significativo al tráfico de fentanilo, armas y migración ilegal, según afirmó este miércoles el embajador estadounidense en México, Ronald Johnson. En un mensaje en redes sociales, el diplomático destacó los esfuerzos conjuntos liderados por el presidente Donald Trump y la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum para fortalecer la seguridad en la frontera común.
Una estrategia conjunta con resultados
Johnson subrayó que la coordinación entre ambos países está rindiendo frutos. “Frenamos el flujo de fentanilo hacia el norte, de armas hacia el sur y la migración ilegal. Cada arma incautada significa una familia más segura. Cada gramo de fentanilo detenido puede salvar una vida”, escribió. Según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, el fentanilo, un opioide sintético 50 veces más potente que la heroína, causó más de 48,000 muertes por sobredosis en EE.UU. en 2024. Esta crisis ha sido una prioridad para Trump, quien ha señalado a México como un punto clave en la producción y tráfico de esta droga, elaborada con precursores químicos provenientes de Asia.
Por su parte, México ha intensificado sus esfuerzos. Desde febrero, la “Operación Frontera Norte” ha resultado en la detención de 5,996 personas y la incautación de 54 toneladas de drogas, incluyendo 310 kilogramos de fentanilo, según el gobierno mexicano. Estas acciones respondieron a la presión de Trump, quien amenazó con imponer aranceles del 30% a productos mexicanos si no se tomaban medidas efectivas contra el narcotráfico.
Un acuerdo que esquiva aranceles
La semana pasada, ambos países lograron un respiro al pactar una pausa de 90 días en la imposición de aranceles, tras negociaciones que incluyeron el despliegue de 10,000 efectivos de la Guardia Nacional mexicana en la frontera. Este acuerdo, anunciado por Sheinbaum y Trump, también contempla medidas para frenar el tráfico de armas de alto calibre desde EE.UU. hacia México, un problema que la presidenta mexicana ha calificado como crucial para reducir la violencia generada por los cárteles.
Sin embargo, el camino no ha estado exento de tensiones. Un reporte reciente de un medio estadounidense señaló que los cárteles mexicanos podrían estar afectando el acuerdo, citando la fuga en julio de Zhi Dong Zhang, un operador chino acusado de lavar 150 millones de dólares para bandas mexicanas y contrabandear fentanilo, cocaína y metanfetamina. Zhang, bajo arresto domiciliario en México mientras esperaba su extradición a EE.UU., logró escapar, lo que generó críticas sobre la efectividad de la vigilancia mexicana.
Sheinbaum defiende la soberanía
El martes, durante su conferencia matutina, Sheinbaum descartó que el acuerdo esté en riesgo y aseguró que está “casi listo” para firmarse. “El acuerdo se basa en cuatro principios, siendo el más importante el respeto a la soberanía”, afirmó, destacando también la territorialidad, la confianza mutua y la cooperación como pilares de la colaboración. Aunque no especificó una fecha para la firma, la presidenta enfatizó que México no permitirá intervenciones extranjeras, en referencia a propuestas de Trump para enviar tropas estadounidenses al país, una idea que ella rechazó tajantemente en mayo.
Por otro lado, la cooperación incluye el uso de drones estadounidenses para localizar laboratorios de fentanilo en México, autorizado por Sheinbaum, y la extradición de 29 líderes de cárteles a EE.UU. en febrero. Estas acciones han sido elogiadas por el embajador Johnson, quien afirmó que los cárteles están “quebrando” financieramente debido a la presión conjunta.
Retos y avances en la frontera
A pesar de los avances, la relación bilateral enfrenta desafíos. México ha insistido en que EE.UU. combata la venta de armas que terminan en manos de los cárteles, mientras que Trump mantiene la presión para que México refuerce su lucha contra el narcotráfico. La reciente pausa en los aranceles ofrece un espacio para consolidar el acuerdo, pero el escape de figuras como Zhang pone en duda la capacidad de México para controlar a los operadores clave. Mientras tanto, la colaboración entre ambos países sigue siendo crucial para abordar una crisis que afecta a comunidades a ambos lados de la frontera.
