La relación entre México y Estados Unidos enfrenta nuevos desafíos en 2025, con los cárteles de la droga en el centro de las tensiones. Mientras la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum negocia un acuerdo de seguridad con el presidente Donald Trump, incidentes como la fuga de un presunto narcotraficante chino han avivado las críticas de Washington, que acusa a México de no hacer lo suficiente contra el crimen organizado. Trump, quien ha calificado a los cárteles como “terroristas”, ha intensificado la presión con amenazas de aranceles y posibles acciones militares, complicando las negociaciones bilaterales. Este contexto pone en riesgo un pacto que busca abordar el tráfico de fentanilo, el flujo de armas y la migración, según anunció Sheinbaum el 4 de agosto.
La fuga que desató la controversia
El 15 de julio de 2025, Zhi Dong Zhang, un ciudadano chino buscado por Estados Unidos por cargos de lavado de dinero y tráfico de fentanilo y metanfetaminas, escapó de su arresto domiciliario en México. Según reportes, Zhang, detenido en octubre de 2024, huyó tras abrir un agujero en la pared de su domicilio en la Ciudad de México, a pesar de la vigilancia de la Guardia Nacional. Este incidente, destacado por The Wall Street Journal, enfureció a Sheinbaum y dio munición a la administración Trump, que señala la fuga como evidencia de la infiltración de los cárteles en las instituciones mexicanas. En 2024, México reportó 33,308 homicidios relacionados con el crimen organizado, un 5% más que el año anterior, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Por su parte, Trump ha utilizado este caso para justificar su postura agresiva. En un discurso el 4 de marzo, calificó a los cárteles como una “amenaza a la seguridad nacional” y, el 20 de febrero, designó a seis organizaciones mexicanas, incluyendo el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), como Organizaciones Terroristas Extranjeras. Esta designación otorga a EE.UU. herramientas legales para operaciones encubiertas, según el Atlantic Council, pero también ha generado temores de intervenciones unilaterales que podrían violar la soberanía mexicana.
Un acuerdo en riesgo
Sheinbaum anunció el 4 de agosto que el acuerdo de seguridad con EE.UU., previsto para firmarse la segunda semana de agosto, está “prácticamente cerrado”. Este pacto, que reemplaza el Marco Bicentenario de Seguridad de 2021, prioriza el intercambio de inteligencia, la reducción del tráfico de fentanilo y el control de armas ilegales desde EE.UU. hacia México. En 2024, la DEA incautó 12,919 libras de fentanilo en la frontera, suficiente para matar a más de 2,600 millones de personas, según el Departamento de Seguridad Nacional. Sin embargo, la desconfianza persiste. México exige respeto a su soberanía, mientras Trump presiona por resultados inmediatos, amenazando con un 25% de aranceles a importaciones mexicanas fuera del T-MEC, según un memorando de la Casa Blanca del 1 de febrero.
Además, la corrupción en México complica las negociaciones. Casos como el de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública condenado en 2024 por nexos con el Cártel de Sinaloa, y la detención en 2020 de Salvador Cienfuegos, exsecretario de Defensa, acusado de proteger al Cártel H-2, han alimentado las críticas de EE.UU. sobre la infiltración de los cárteles. Sheinbaum ha prometido “cero impunidad”, pero la fuga de Zhang ha generado dudas sobre la capacidad de México para controlar a las organizaciones criminales, que generan entre $13,600 y $49,400 millones anuales, según estimaciones del Departamento de Justicia de EE.UU.
Respuestas y desafíos bilaterales
Pese a todo, México ha intensificado sus esfuerzos. Desde octubre de 2024, las autoridades mexicanas han arrestado a 900 presuntos criminales en Sinaloa y decomisado 1,200 libras de fentanilo, según el Secretariado de la Defensa Nacional. Sheinbaum insiste en que la cooperación debe basarse en la confianza mutua, no en la subordinación. “No seremos policías de ningún gobierno extranjero”, afirmó, haciéndose eco de la política de “abrazos, no balazos” de su predecesor. Sin embargo, Trump ha considerado acciones más drásticas, como ataques con drones, aunque funcionarios mexicanos y estadounidenses coinciden en que cualquier operación militar requeriría la aprobación de México para evitar una ruptura diplomática.
Por su parte, la Secretaría de Marina de México (SEMAR) ha emergido como un aliado clave para EE.UU., con operaciones conjuntas exitosas contra los cárteles. En junio de 2023, una operación en Nogales, Sonora, resultó en la captura de cinco traficantes y la incautación de 120,000 pastillas de fentanilo, según el Departamento de Justicia. Mientras las negociaciones avanzan, la sombra de los cárteles sigue pesando sobre la relación bilateral, con el riesgo de escalar tensiones si no se logran avances concretos antes de la revisión del T-MEC en 2026.
